El infarto de miocardio
El infarto de miocardio, comúnmente conocido como ataque al corazón, ocurre cuando el flujo sanguíneo a una parte del corazón se bloquea durante un tiempo prolongado, lo que provoca daño o muerte del tejido cardíaco.
BLOG SANIDAD


¿Qué es el infarto de miocardio?
El infarto de miocardio, comúnmente conocido como ataque al corazón, ocurre cuando el flujo sanguíneo a una parte del corazón se bloquea durante un tiempo prolongado, lo que provoca daño o muerte del tejido cardíaco. Esto generalmente se debe a la acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias en las arterias coronarias, formando placas que pueden obstruir el flujo sanguíneo.
¿Cuáles son los síntomas de un infarto de miocardio?
Los síntomas pueden variar, pero los más comunes incluyen:
- Dolor o malestar en el pecho (puede sentirse como presión, opresión o dolor).
- Dolor que irradia hacia los brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago.
- Dificultad para respirar.
- Sudoración excesiva.
- Náuseas o mareos.
Es importante buscar atención médica inmediata si se presentan estos síntomas.
¿Cómo prevenir un infarto de miocardio?
La prevención incluye:
- Estilo de vida saludable: Mantener una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y granos enteros.
- Ejercicio regular: Al menos 150 minutos de actividad moderada a la semana.
- No fumar: Evitar el tabaco y la exposición al humo.
- Controlar factores de riesgo: Mantener la presión arterial, el colesterol y la diabetes bajo control.
- Manejo del estrés: Practicar técnicas de relajación y mindfulness.
¿Cómo cambia la vida después de un infarto de miocardio?
Después de un infarto, muchas personas experimentan cambios significativos en su vida.
Es normal sentirse un tanto ansioso y con excesiva precaución sobre todo lo que hace. Todos estos sentimientos son normales. También puede sentirse cansado cuando salga del hospital para irse a casa. En la mayoría de las personas, desaparecen después de 2 o 3 semanas.
Después de un infarto, es recomendable Trabajar estrechamente con un profesional de la salud, adoptar una nutrición saludable, mantenerse activo, controlar el estrés y cuidar la salud mental son elementos imprescindibles a la hora de mejorar la calidad de vida luego de un infarto